El juez Baltasar Garzón se ha tenido que defenderse ante el Tribunal Supremo, ante la acusación de prevaricación al haber escuchado las conversaciones que mantenían los dirigentes de la Trama Gürtel. A su llegada al juicio Garzón recibió el apoyo de sus compañeros del mundo de la Justicia, de Gaspar Llamazares y de Pilar Bardem.
- Fuente: El País Baltasar Garzón ante el Tribunal Supremo
Es la primera vez que el magistrado se sienta en el banquillo de los acusados. La acusación está encabezada por Francisco Correa, Pablo Crespo y el abogado del empresario José Luis Ulibarri y reclaman entre 10 y 17 años de inhabilitación para el juez por haber escuchado las conversaciones de estos en la prisión, incluidas las reuniones que mantuvieron con sus respectivos abogados.
El magistrado lleva dos años suspendido de sus funciones (tiempo que el caso lleva en activo), ya que además de esta acusación tiene dos pendientes (por haber investigado los crímenes del franquismo y por otro lado por haber por cobros de dos cursos jurídicos impartidos en Nueva York).
Las peticiones de los distintos fiscales que han intervenido en el caso de su absolución argumentando que no cometió ningún delito han sido siempre rechazadas. La defensa del Garzón está siendo llevaba por el abogado Francisco Baena Bocanegra y todas sus peticiones de prueba han seguidos el mismo camino que las realizadas por los fiscales.
El juicio se ha desarrollado en tres sesiones distintas, que son las que el Supremo ha necesitado para esclarecer la situación. Las pruebas que se han dado son de tipo documental.
Durante todo el proceso, sus abogados han conseguido demostrar que los jueces que abrieron el caso estaban siendo manipulados y por ello la Sala Especial del Tribunal Supremo dictaminó que Juan Saavedra y ocho magistrados más no estaban capacitados para juzgar a Garzón. Pero esta alegría que le aportó a Garzón esta decisión duró poco porque los jueces fueron cambiados por otros que no son del agrado del magistrado.
Fuente: El País, El Mundo y La Vanguardia
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